El Partido Acción Nacional (PAN) formalizó hoy una denuncia ante la CIDH en Washington alegando violaciones a derechos humanos durante la manifestación convocada por la llamada “Generación Z” el pasado 15 de noviembre; demanda investigación in situ y mecanismos de seguimiento internacional. 

El secretario general del PAN presentó ante la CIDH un expediente que documenta, según el partido, detenciones arbitrarias, uso desproporcionado de la fuerza por parte de cuerpos de seguridad y fallas en la protección de la libertad de expresión durante la movilización juvenil. La denuncia solicita una audiencia, la apertura de un mecanismo de supervisión y la intervención de la CIDH para garantizar acceso a la justicia de las víctimas.

Desde el Ejecutivo se rechazaron las imputaciones: la Presidencia respondió que existen canales internos y que la denuncia tiene motivaciones políticas; dirigentes del partido en el gobierno señalaron que se actuó conforme a la ley para preservar orden público. El PAN contrapone testimonios y evidencia documental para sustentar su petición a la instancia hemisférica. 

La presentación ante la CIDH eleva el conflicto político a un foro internacional, lo que complica la gestión doméstica del Ejecutivo y politiza aún más la agenda post-protesta. Para el PAN, la acción busca internacionalizar presiones y obligar a revisiones independientes; para el Gobierno, implica un desafío en términos de narrativa y legitimidad. Si la CIDH acepta medidas cautelares o abre una visita, el impulso político de la oposición podría ganar tracción nacional e internacional. 

La disputa pasará de ser una controversia interna a un asunto con posibilidad de supervisión internacional. El ritmo de respuestas oficiales y la postura de la CIDH definirá las siguientes semanas de la agenda política.